Continuamos con muchas más emociones y nuevos descubrimientos que provienen de aquí.
(La pintura es de Caspar David Friedrich)
En las noticias de la mañana,
cuyas imágenes habían sido seguidas en directo por la televisión,
ya hablaban de un fantasma asesino en el huevo y vaticinaban que no
sería el último en caer.
Magnus estaba sentado al lado de
Richard y enfrente de Geraldine, con los periódicos en la mano,
mientras Richard se echaba un litro de nata encima de sus tortitas a
las que luego regó con mermelada líquida de fresa.
─ Algo expelió a Helf a
través de la pared, ¿verdad? ─ preguntó Richard.
─
¿Expelió? ─ dijo Geraldine, abriendo mucho los ojos y
profundamente enfadada. ─ Fue su vientre, su tripa la que lo empujó
y lo tiró. No sé cómo no le da vergüenza llevar eso encima de
usted, ese enorme y horrible peso delante… que, además de inútil
es peligroso.
Él se golpeó suavemente la
panza.
─
Es toda mi inteligencia la que está ahí, mi sabiduría… Cuando
adelgazo me pongo triste y soy tan normal como cualquier otro idiota.
Estoy muy afligido por la muerte de Helf. El pobre se quedó sin
saber lo que sucederá ahora.
(Pintura de Michal Krancz)
Durante ocho días las mismas
aspiradoras potentes que habían sacado la arena alrededor del
Globo, habían estado aspirando todo ese humo y polvos negros. Lo que
expelía se pasaba por tamizadores y se enviaba, ambos contenidos, a
las decenas de laboratorios que trabajaban para la expedición.
Volvimos a entrar en el Globo la
misma comitiva y fue un choque directo con una mágica e inexplicable
estructura, como un armazón de oro, con varillas verticales y
horizontales, unas de base para la parte principal y otras para
sujetar columnas u otros soportes, unidos unos a otros por escaleras
invisibles, paredes inexistentes y pasillos incorpóreos. Pero solo
había permanecido intacto lo que era de oro puro y en lo alto un
cuarto al que nos dirigimos Geraldine y yo, por una escalera de oro.
La puerta dorada cedió
fácilmente bajo mi mano y al entrar vimos a cinco seres humanos con
extraños vestidos azules pesados, cayéndoles hasta los pies. Los
dos delanteros nos saludaban con una mano en el corazón y con el
otro brazo torcido señalando con el índice hacia arriba, lo que
interpretamos que era un saludo. Un tercero nos invitaba a entrar y
sentarnos en un sillón y los otros dos estaban desnudos al fondo,
con la piel blanca, y en la posición de El Pensador, de Rodin, uno
frente al otro mirando hacia abajo, como si jugaran al ajedrez.
Estábamos atónitos. Geraldine sacó inmediatamente su cámara de
fotos láser y tiró unas cuantas con un gran fogonazo del flash. En
ese momento nos quedamos ciegos y la imagen que teníamos en la
retina se desdibujó, pero también la realidad que volvió a
deshilacharse, a derrumbarse y caer hacia el fondo del Globo.
Retrocedimos rápido para evitar de nuevo los polvos grises y negros
que ascendían hacia nosotros.
El
Globo estaba verticalmente dividido en su centro por una gran columna
metálica, hasta las dos terceras partes de su espacio, y en el final
de ella se hallaba otra esfera de oro, a la que se tenía acceso por
una gran escalera áurea.
─ Una vaina con su semilla en
el centro ─ señaló admirada Geraldine.
─ ¡Vamos a ver lo que hay
dentro! ─ y Richard comenzó la marcha.
Apresurados
fuimos hasta ella donde se advertía claramente la puerta de ese
nuevo globo. Inmediatamente, Robert Graves se acercó con su aparato
de sondeo y después de unos minutos nos comunicó que la señal que
estábamos buscando procedía de su interior. Richard y Magnus
acudieron con Geraldine al nuevo globo y Richard sacó su cuchillo e
intentó hundir su punta en la apertura del cierre pero la hoja
resbaló. Estaba sólidamente sujeta y no había forma de abrirla ni
de introducir nada entre el marco y la puerta.
(Pintura ciclópea deMichal Krantz)
Mientras los carpinteros y
obreros se afanaban por reconstruir mínimamente la estructura del
Globo, para que se pudiese acceder a todas las estancias sin
problemas, Richard y su equipo siguieron intentando abrir la puerta y
finalmente consiguieron realizar un agujero. El agujero medía casi
dos metros de profundidad, ciento noventa y ocho centímetros y
estaba formado por múltiples capas de metales, con otras de una
materia desconocida para nosotros, que seguramente serviría de
termo-aislante protector.
A través del orificio instalamos
todos los medidores posibles, cámaras, radares, termómetros
polares, capturador de atmósfera, inhibidores que impidieran que
nada, absolutamente nada, ni el aire o la falta de él, entrase o
saliese de la esfera; como una membrana incorruptible. Se descubrió
que en su seno la temperatura era de ¡menos ciento setenta y dos
grados!, ¡casi la temperatura del cero absoluto!
─ ¡Qué divertido! Un
frigorífico ─ dijo Frank Spoiler, el representante de Europres.
En la Sala de Conferencias, se
explicó todo lo que iba a suceder.
─ Abriremos
la puerta, pero antes reproduciremos y averiguaremos qué ocurre en
su interior para que no desaparezca como ocurrió con el interior del
Globo, de modo que hemos instalado una doble membrana molecular por
medio de la cual nada pueda entrar ahí y nada pueda salir y que
permanezca como está. ─ dijo Robert Graves, ingeniero jefe de
Meteorología y Geografía.
─ ¿No tienen miedo de que
puedan hallar una bomba al abrir la puerta?
─ En este caso, no. Abrimos la
puerta del globo y no había nada, seguimos vivos, del mismo modo, no
esperamos ningún artefacto explosivo.
(Imagen obtenida en google)
Mediante
el ojo electrónico reprodujimos las imágenes en el secuenciador
potencial y en apariencia todo lo que allí había estaba ingrávido
pero no se movía. Había artefactos o máquinas o robots no humanos
reproduciendo una gran sala de ordenadores, aunque en nada se
parecían a los nuestros. Se hallaban en disposición ordenada contra
un invisible muro. También destacaba una sala dispuesta y esperando
como para darnos la recibida, colgando del aire pero sin movimiento
alguno, y… Y… ¡Había
dos cuerpos! ¡Dos hermosos y desnudos cuerpos humanos en suspensión!
¡¡¡HUMANOS!!!
Una
mujer, a la derecha. A la izquierda, un hombre, que se distinguía
claramente por la disposición de su pene erecto, totalmente
dispuesto para entregarse a su amada.
Flotaban en el aire, inmóviles,
nada había a su alrededor, tan solo a un metro y medio más abajo,
dos planchas de oro como si fueran sus camas o sus tumbas con un
colchón invisible.
(Esta historia continua aquí).
(Esta historia continua aquí).
Es tan descriptivo cada párrafo que parece que uno esta allí. Imaginarse cada lugar es entrar en la más bellas de las fantasías.
ResponderEliminarEsperare ansiosa otra entrega!!!
Cariños...
Muchísimas gracias, Oriana, por tus palabras y tu seguimiento. Es un placer que te guste tanto.
EliminarUn abrazo.
No solo has igualado en interés la entrada anterior, sino que la has superado y con notable. Me ha encantado y gracias por no dejarnos a medias sobre lo que encontraron, jajajaja... Supongo que te habrá costado.
ResponderEliminarSaludos.
Oh!!! Eso sí que me deja satisfecho por completo. Muchísimas gracias por tus palabras y por tu vuelta. Espero seguir viéndote por aquí. Es una grata compañía, querida. Sí que me costó porque pensaba cortarlo justo antes, además no tenía una pintura o una foto adecuada para poner ante este último hallazgo. Pero si me paraba a buscarla no iba a publicar dentro de la semana. Así que ya buscaré la pintura lentamente.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
La piel de gallina... vale la pena esperar!!!
ResponderEliminarUn abrazo grande para mi amigo Jaime Barkin que ha puesto la banda sonora.
Deseando que llegue la VI parte... Gracias y besos!!!
Muchísimas gracias, Marta.
EliminarPor celosos comentarios como este, vale la pena seguir con el esfuerzo de poner fragmentos de esta novela que es un compendio de muchas cosas.
La música me ha gustado mucho y creo que le va muy bien a mi relato largo o novela corta, no sé cómo llamarlo.
Jaime hizo 3 intentonas y a la 4 dijo esta es la buena, sin yo haber opinado nada aún de las anteriores y tenía razón. Era la que valía.
Un abrazo muy fuerte.
¡Muy bien chaval, esto va ganando en interés y dan más gana de que no pares, vamos que sigas poniendo capítulos, que se leen muy rápido y uno se desespera esperando joeeeeeee!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Frank. Es muy agradable recibir comentarios, ya lo sabes, sobre todo cuando esto es lo único que me permito como distracción y encima que tú ya te la has leído, jajajajaja...
EliminarGracias, amigo. Eres muy grande.
Un abrazo muy fuerte.
Ricardo, acaba de leerlo y me quedé anonadado. ¡Vaya imaginación la tuya! El relato capta la atención de lector de principio al final.Veo que tiene continuidad, leeré los capitulos con mucho gusto. Un fuerte abrazo, Sotirios.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Sotirios. Es cierto que hace tiempo que no nos leemos pero es que he estado líado y dejé de escribir y de pasarme por las redes sociales. Lo único que he hecho ha sido obligarme a subir un fragmento de mi única novela casi una vez en semana.
EliminarMuchas gracias por tus palabras y siempre es agradable volver a ver a un amigo de verdad.
Te devolveré la visita ahora que he recuperado mi vida.
Un abrazo muy fuerte, campeón.
Amigo Ricardo, siempre parece imposible que vayas a dar más sorpresas pero lo logras en cada entrega. La pareja y su inminente acto de amor y belleza me ha descolocado y dejado con más ganas de pasar a la siguiente parte, inmediatamente!!
ResponderEliminarUn besote. Y de verdad, aciertas con las imágenes, tengo un frío!"
Jajajajajajaja... Muchísimas gracias. Es que ahí hacía mucho frío y ya tienes la siguiente, por si tienes tiempo de leerla. Muchas gracias, Olga.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Esperemos que a nuestro amigo Frank, le vaya muy bien en esta nueva aventura jaja, muy buena Literatura Ricardo, que nos invita a seguir leyendo, leer es aprender, besoss
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Salomé por tus palabras y por leerme. Me alegro de que aprendas y te guste.
EliminarUn abrazo.
Al fin un poquito de amorrrr ijijij. Sigo que no parooooo. Me enganché !
ResponderEliminarUn beso Ricardo!
Ya sé, jajajajaja... lo que te gusta a ti y de eso hay bastante pero más adelante, jajajajaja... Gracias, Karina. No sabes lo que se agradecen tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Ufff... genial ese ambiente entre onírico y futurista. Las descripciones son perfectas. Sigo leyendo!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Lucía y estoy contento de que te guste. Es todo un honor.
EliminarUn abrazo.