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miércoles, 4 de diciembre de 2013

MI ÚLTIMO VERANO (2ª parte), de Ricardo Corazón de León







 Pintura de David Orias.

(Foto tomada de internet).



                                     MI ÚLTIMO VERANO (2ª parte)

De repente percibo como el griterío de voces atormentadas y ensordecedoras se ha desvanecido. No hay nadie que chille ni que oiga correr. Abro los ojos y estoy solo, bueno, solo no, hay un montón de gente mirándome como si estuviera loco o borracho o enfermo, los menos.

También veo a mis amigos correr todos hacia mí. Me preguntan, pero antes ponen orden entre los presentes y los dispersan para poder hablar conmigo. Yo aún tengo los ojos llenos de lágrimas y el corazón desbocado a punto de salírseme por la boca. Las sienes me palpitan y tiemblo como un flan. Por fin soy capaz de articular palabra.

─El hombre… el cadáver… ese que me miraba… en la playa… ─y le busco con los ojos pero ha desaparecido…

─Os lo dije, voy a ver qué quiere…

Todos me miran con extrañeza y me preguntan una y otra vez por qué he gritado, nadie ha visto al hombre pero no pueden negar que algo me pasa porque tiemblo como una hoja. Al fin decido no intentar hacerles comprender, solo que me sigan.

─Mirad, es algo muy, muy importante para mí. Os ruego, os pido, os suplico, a cambio haré lo que queráis si no pasa nada, pero si me apreciáis coged los coches y traedlos aquí, hasta esta entrada de la playa y nos esperáis a mis hermanos y a mí. Nos vamos a ir todos juntos pero ¡¡¡YA!!! Confiad en mí. POR FAVOR. Es muy importante. Pero no hay tiempo que perder. Jorge coge a tus hermanos de la piscina. Si alguien más tiene familiares que los meta en los coches aunque sea a empujones. Si alguno se niega y no podéis con él, dejadlo. Virginia, toma las llaves de mi coche y tráelo. El pequeño no. El Jeep. ¡¡¡CORRE!!! ¡¡¡CORRED!!! Yo voy en busca de mis hermanos. COOOOOORRED…. DEPRIIIISsssaaaaa…

Y sin pensar en nada ni en nadie, ni en si me hacen caso o se cagan de risa, me da igual, me dirijo corriendo hacia el borde del mar y maldigo la hora en que vinimos a una playa con casi un medio kilómetro de anchura de playa. Los pies, como van desnudos, se van quemando, así que la alternativa es sí o sí.

En el agitado estado en que me encuentro no quiero pensar lo que estoy haciendo ni por qué y tampoco pongo en duda nada de lo que he visto, nada. No entiendo nada de lo que sucede ni por qué pero no me importa. Solo quiero coger a mis hermanos, a mis niños y llevármelos todo lo lejos y alto que pueda de esta playa.

La gente me mira, parezco un loco desesperado y no saben la razón que tienen. Llego sin aliento, sin poder hablar. Veo que hay cuatro. Me falta uno. Todos se han puesto en pie al verme correr tanto y están esperando a mi lado.

─¿Dónde está Alma?

─Está bañándose en las rocas. Pero, Ric ¿qué pasa? ¿Qué te ocurre?, nos asustas...

─¿En las rocas? ¡Por Dios! Bien. Mirad, haced lo que voy a deciros: Victoria, por favor, tu eres la mayor así que sé lo más seria y cabal que puedas. Ahora mismo sin recoger nada más que una toalla para cada uno y vuestras zapatillas corred, corred tanto como podáis, como si fuera un diablo persiguiéndoos el trasero, y llegad a la entrada. Allí estará Virginia con nuestro coche. Subiros deprisa. Que todos se vayan al… No, vamos todos juntos, si no, no os entenderán y tendréis miedo. Coge a Coco que se va a escapar. Vamos. Corriendo… ¡CORRED! ─Presido la marcha con mis dos princesas una a cada lado en mi cintura y sin dejar de sonreírles pido a Dios que lleguemos a tiempo. Mi pensamiento está en Alma, que está en las rocas. No sé qué hacer… Dios mío… ¿Qué hago?  No puedo irme sin ella, pero no puedo llegar a las rocas, no hay tiempo. Me paro. No sé…

─¡Ric! ¡Ric! ¿Qué pasa? ¿Por qué os vais?...

Su voz penetra en mis oídos como el más dulce de los sones. Me vuelvo.

─¡Alma! Corre preciosa, coge la toalla y ven tan deprisa como puedas, deja eso, no importa. ¡NO TE DESPIDAS! ¡VAMOS, YA!

Corre que se las pela y los demás también. Nunca me han visto así, no me preguntan nada pero saben que hay que obedecer y callar y que es importante.

A duras penas, logro llegar con las dos pequeñas cargadas en los brazos. Menos mal que Virginia y Roberto me esperan para ayudarme y salen a mi encuentro.

─Gracias, chicos. No pensé que iba a veros. A ti sí, Virginia. Gracias. Ahora, vamos a los coches.

Vi el grupo de mis amigos con los hermanos de Jorge en el coche peleando. La hermana de Esther gritaba y amenazaba a su alrededor. La abuela de Isis estaba sentada y atada. Todo esto pude ver antes de llegar donde ellos.

─¿Nos puedes explicar…?

─No, no hay tiempo de explicaciones. Por favor, por favor, ya no queda tiempo, ya no. Subiros a los coches y seguidme. Por si alguien se pierde me dirijo al Monduber y si tengo que cruzar rompiendo la barrera de seguridad de la Urbanización lo haré. No os detengáis por nada. Vamos hasta la casa del guardabosque en lo más alto. Allí dejad los coches. Si tenéis agua sacadla con vosotros y las toallas y seguid caminando hasta la cima. No puedo deciros nada más. ¡Corred, por favor, es tarde!

Me miraban y se miraban perplejos pero sabían que algo me estaba pasando y que no era una broma porque estaba tremendamente asustado y ellos también. Yo no esperé los resultados de la votación. Cogí a mis hermanos y los subí al coche. Virginia sujetó a las dos pequeñas y se subió en el asiento delantero. Mientras ella ponía los cinturones y demás, yo saltaba dentro del coche y lo ponía en marcha mientras arrancaba. Miré por el espejo retrovisor y vi que todos estaban subidos en sus vehículos y siguiéndome. Nunca he sido devoto ni religioso, pero en aquéllos momentos di gracias a Dios porque de momento, estábamos juntos y en marcha.

Virginia me miraba preocupada pero no me preguntaba. Puso la radio, en RNE, como le dije y están los programas típicos de la mañana con Juan Ramón Lucas y sus curiosidades. Las calles y los coches pasaban volando al lado nuestro a toda velocidad. Hay que ver qué fácil es salir de la playa a estas horas y qué difícil llegar en cualquier momento. Como conocía bien las callejuelas de Gandía evité las de los montículos en que había que frenar y, mediante unas cuantas infracciones de tráfico menores, me las arreglé pronto para salir de aquél laberinto, que ahora consideraba una cárcel mortal. Los demás me seguían. Llamaban por los móviles pero todos estaban dispuestos a hacer lo que yo dijera. No había problema.

Evité el núcleo de Gandía pueblo y lo rodeé para llegar al Monduber. Pasé la residencia de ancianos y llegué a la urbanización más alta y menos acogedora que había en los alrededores. No me lo pensé dos veces y metiéndole caña al Jeep hice caso omiso de las señales, para que parase del vigilante. Si no se aparta me lo llevo por delante pero, por mis hermanos, que no hubiera parado jamás. Seguimos recorriendo las avenidas privadas todos, subiendo, siempre subiendo, hacia lo más alto de todo… Aquí la radio no se oía bien pero era evidente que algo había pasado. Se oían retazos… algunos veraneantes… pónganse a cubierto… las playas…

El cielo cambió súbitamente de color y de estructura. Era gris, ceniciento y con nubes algodonosas pero negras y oscuras que entraban raudas a toda velocidad y giraban en una danza de muerte al compás de los relámpagos y truenos que en un momento se habían formado. Llegamos a la caseta del guardia del bosque. Descendí, quité cinturones y bajé niños. Cada uno ya se ocupaba de todo, de lo suyo y de lo ajeno. Alguien trajo litros de agua en botellas. Nadie me preguntaba, nadie dudaba. Todos caminaban hacia la cima, asustados por el cielo, por los truenos, por el vendaval, por los relámpagos y por una sensación de inminente pérdida.

Seguimos subiendo. Los niños estaban repartidos en los hombros de mis amigos. Los demás iban cuidando de todos. Aún tardamos más de quince minutos en llegar a mitad de camino. En ese momento me volví. Mis amigos y todos lo hicieron igual y lo que yo había visto lo presenciaban ellos ahora, solo que de lejos y sin saber si aquella muralla de agua tan alta como el más alto de los rascacielos sería capaz de llegar hasta nosotros. Era un espectáculo horroroso, dantesco, inimaginable… Yo aún oía a la gente de la playa chillando cuando lo vi por primera vez y las señoras y los niños aterrados y petrificados de miedo… Retiré la vista y pude comprobar que todos mis amigos tenían lágrimas en los ojos. Seguimos subiendo hasta lo más alto que pudimos. No hay radio. No funcionan los teléfonos. Ni internet. Estamos todos juntos en unas rocas en las que de pequeño solía venir a jugar. Estamos sentados esperando… Todos me han abrazado uno a uno y yo a ellos, tengo a los niños conmigo, les doy la mano y a Virginia… Los quiero tanto…



Firmado: Ricardo Corazón de León.







 Foto de una tormenta sobre el lago Titicaca (mía).

martes, 3 de diciembre de 2013

MI ÚLTIMO VERANO (1ª parte), de Ricardo Corazón de León

La verdad es que plasmar mis primeros escritos ahora, para mí es un tanto vergonzoso, pero me sirve para comparar un antes y un después. Este relato, sin alterar, se presentó a un concurso donde fue seleccionado con otros y que de ahí no pasó. Así que lo de inédito se perdió ya. Lo he dividido en dos partes para que no os resulte tan largo.

Pintura de Vincent Fritsch






                                               MI ÚLTIMO VERANO  I

La verdad es que esto es la gran vidorra. Este es el último año que me queda como estudiante, así que es el postrimero verano que tengo tres meses de vacaciones. Luego cuando cumpla los dieciocho tendré que trabajar e ir a la universidad, pero eso me parece tan lejano ahora que no lo voy a pensar.
            La vida es bella y yo soy un privilegiado. Estoy en la playa, en una cafetería en el exterior viendo el mar y la arena frente a mí. El día es perfecto, luce el sol y hace una brisa que quita el tórrido calor de agosto. Lo que no me quita es la calentura que tengo por mis compañeras de cervecitas. Llevamos ya media hora como todos los días en este momento: la hora del aperitivo tomándonos unas cañas. Es la mejor hora. Eso sí, ¡tienen que estar fresquitas! Y a ser posible que todas las que nos sirvan sean botellines que así se calientan menos.
Estábamos con mis compañeras (también están mis amigos, pero esos no me importan tanto) de cervezas. Mira que están buenas, ¡madre mía! ¡Todas! Tengo verdadera dificultad por elegir con cuál quedarme. Todavía no están pilladas y a esta morenita, Merce, la tengo medio ligada. Y cómo me come las orejas… vaya!
            Me aparto, que pasan mis hermanitos y van a la playa a darse un chapuzón. Me levanto, miro que crucen bien y les digo adiós con un gesto. No obstante, me fijo de refilón en la última figura que pasa, con un bañador negro y tan céreo como un cadáver… ¡Vaya tipo raro!
            ─Merce, pero qué bien te sienta el moreno con ese bañador blanco que realza tu tipazo. Estás de muerte! ─Se ríe haciéndose la tímida y se aparta el pelo negro azabache y largo de su cara. Al hacerlo, el perfume fresco que desprende me atonta por un momento, si es que se puede estar más tonto que estoy hoy. Tengo que hacer verdaderos esfuerzos con este bañador para disimular mi entusiasmo porque, aunque sea amplio, no lo es tanto como quisiera.
            ─¡Hola, cariño! ¿Te acuerdas de mí? ¿Quién soy? Me tapa por detrás los ojos mientras que sabiendo perfectamente que es Virginia, me dedico a intentar tocarle las piernas por detrás y la cara y los brazos por arriba hasta su cara. Cuando llego a ella me destapa y me da un beso en los labios.
            ─¡Hola, Virginia! ¿Qué tal? ¿Acabas de llegar? Siéntate.
            ─¡Eh, chicas! Que no soy su novia, podéis seguir con él. Yo solo soy alguien muy especial en su vida ─me hace un guiño de complicidad y se ríe.
            En ese momento levanto la vista de Virginia y detrás de ella, al otro lado de la carretera para cruzar a la playa, está el señor del bañador negro con cara de muerto ¡mirándome! No puede ser. Busco detrás de mí por si mirara a otra persona pero no, no hay nadie. Me mira a mí directamente. Bueno, no sé lo qué querrá pero estoy demasiado a gusto para preocuparme por si se fija en mí un cadáver.
            ─Mira, Virginia, te presento a las que no conoces, Merce, Paloma, Esther, Isis y Azul. Y de los chicos al único que no conoces es a Roberto, una nueva adquisición.
            ─Ya veo ─dijo ella, riéndose─ renováis vestuario femenino pero el masculino sigue el mismo solo que entra un nuevo córner en sustitución de Alberto.
            Los chicos están ajenos, metidos de lleno en una discusión sin sentido sobre quiénes son los mejores de sus equipos y están tan acalorados que no se han dado cuenta de nada, salvo Roberto que, al sentirse nombrado, la saluda ─Hola, Virginia! Y le da dos besos, siguiendo pendiente de sus preferidos. No podía pedir más: seis chicas pendientes completamente de mí y una de ellas, Virginia, que ha servido de revulsivo para que las otras se encelen con ella. Desde luego, hoy es mi día.
            Dirijo una gran sonrisa a todas que pretende ser encantadora y les pregunto si quieren otra ronda más de lo mismo. Todas aceptan y me miran de arriba abajo cuando me levanto para buscar al camarero. Mientras le busco mis ojos coinciden con los ojos del cadáver, bueno, el que parece un cadáver; sigue apostado al otro lado de la carretera pero me hace señas para que vaya y me señala la playa. Vuelvo a mirar por si fuera a otro pero no hay nadie más. Bueno, a lo mejor le pasa algo de verdad y yo estoy aquí sin hacerle caso. Doy con el camarero, le encargo la ronda y le digo a las chicas que vuelvo enseguida.
─Voy a ver qué quiere el hombre cadavérico ese ─y me dirijo hacia él, mientras escucho ¿Quién? ¿Qué hombre? ¿Dónde vas, Ric?

Justo cuando empiezo a cruzar la carretera él se mueve a la entrada de la playa cruzando los jardines y me sigue haciendo señas desesperadas para que vaya y me señala la playa. Al llegar a la entrada de la playa me señala y lo que veo me produce un vuelco en el estómago, horrorizado contemplo como el día es gris y oscuro y se ha transformado en un hervidero de gente corriendo aterrorizada por salvar la vida huyendo de la playa. Contemplo el mar, ¿Y el mar? ¿Dónde está? ¡Por Dios! Se ha retirado metros hacia dentro llevándose a todas las personas que estaban sentados a ese nivel y, a lo lejos, se divisa una ola gigantesca, más bien un muro de agua alto como una colina que se está acumulando, haciéndose más grueso, potente y alto para dirigirse en todo su salvajismo contra nosotros. Todo el mundo corre. Yo miro con los ojos desorbitados el lugar donde se sientan siempre mis hermanos y… no están… ¡no los veo…! ¡¡Mis niños!! Grito, grito de impotencia y de terror, de odio y de rabia, grito con toda la fuerza de la que soy capaz, mientras cierro los ojos y me dirijo con los brazos alzados hacia el cielo.



lunes, 18 de noviembre de 2013

El amor siempre vuelve, de Ricardo Corazón de León











EL AMOR SIEMPRE VUELVE
de Ricardo Corazón de León

Se abrió la puerta y ella entró.
Comencé a recordar…
          “La había conocido veinte años atrás. Una noche me crucé en su camino y me enamoré. Desde aquel día, decidí entregarme a ella, obedeciendo las órdenes improrrogables de mi corazón. Pero entonces, tras dos meses de profundo amor, resolvió dejarme. Sin importarle cuál era mi deseo, sin tener en cuenta mi desesperante necesidad de ella. Sólo contaban su egoísmo y sus caprichos. Y se fue; destrozando mi espíritu y mi corazón. Dejó mi vida rota. Inmerso en la más profunda de las desesperaciones…”

            Han pasado muchas cosas desde entonces. Ahora, después de tanto tiempo volvemos a encontrarnos.

            Hermosa como entonces, se aproxima a mí. Bajo la cálida luz del cuarto, sus felinos ojos se clavan en los míos, y una delicada sonrisa se dibuja en sus labios. Tal y como la recuerdo cada noche en mis sueños. Cínica y un tanto frívola, pero tan bella, que otra vez comencé a sentir el influjo de sus encantos…

            Al son de una de nuestras canciones favoritas, comienza a arrimar su cuerpo perfecto y delicado junto al mío. Su perfume flota en la atmósfera del cuarto. Ella, danza en derredor mío con suavidad, rozando mi cuerpo. La melodía me emociona. Su cuerpo gira, se arquea y me envuelve, sensual y atrevido se trasluce bajo la sutil gasa del vestido. Siento sus senos tibios pasando por mi pecho y mi espalda, sus pezones enhiestos. Sus manos ávidas, me acarician deslizándose desde mi nuca, hombros y pecho, hasta aferrarse eróticamente a mis muslos. Estoy cayendo bajo su hechizo. Su mirada colmada de deseo me embriaga. Pero, esta vez, soy yo quien espera terminar con nuestro encuentro y dejarla plantada como ella hizo conmigo hace veinte años.

           Sus labios anhelantes, se posan en mi boca. Sonrío casi maliciosamente. Sigue siendo tan mía; que, aún sin proponérmelo, un deseo muy fuerte de vengarme se apodera de mí. Pero domino ese impulso, la aparto de mi cuerpo y la dejo extrañada ante mi reacción, levanto la copa y brindo por ella. Al hacerlo, sus ojos toman nuevo brillo. Me arrebata la copa y brinda por los años pasados y el amor. Me siento en el sofá para contemplarla. Con la copa en la mano, se tiende a mi lado, apoya su cabeza sobre mis piernas y fija sus ojos de gata enamorada en los míos. Le quito la copa y beso sus labios con toda la pasión que he albergado en mi alma desde su partida. La beso largamente, hasta sentir que su postura de triunfo se desvanece, tiembla de amor entre mis brazos, se emociona perceptiblemente. Entonces, al sentir su cuerpo estremecerse me levanto alejándome lo suficiente para observarla, para gozar del placer que me causa verla así, rendida ante mí. Puede adivinar mis sentimientos y se levanta de un salto. Su mirada gatuna se transforma en fuego. Espero el zarpazo de su ira, sin embargo, controla su arrebato y con calma dice…

           ─Te he amado, más que a todo, te he amado. Aquella noche, en nuestro primer encuentro, cuando te vi experimenté como jamás lo había hecho y por ti me transformé. Me suplicaste que te dejara quedarte conmigo, regalándome tu corazón enamorado. No pude hacerlo. Al verte, algo extraño me ocurrió. Contigo, había descubierto al amor. ¿Cómo podría hundirte en mis noches profundas y tortuosas, si te vi puro y noble? ¿Dime, cómo podría, amándote como te amo? Intenté cambiar por ti y te regalé los dos meses más felices de mi vida, pero fuerzas endemoniadas a las que estoy predestinada me obligaron a dejarte sin mayor explicación.

            Sus ojos cargados de llanto hasta las lágrimas me contemplan, mientras su voz suena con un tono de tristeza tal que me hace sentir un miserable, y me arrodillo ante ella. Todo el resentimiento que había acumulado durante veinte años se esfumó en ese segundo…

            De súbito, cuando me hallo en desconsolado abrazo asido a su cuerpo, profundamente apesadumbrado y rendido ante su angustia, una horrorosa carcajada de ultratumba hiela mi sangre. Su manos, que tan cálidamente sentí entre las mías, se han transformado. Entonces miro su rostro. La larga cabellera ya no existe, un frío y oscuro manto la cubre al igual que a su cuerpo. Su perfecto cuerpo es sólo un esqueleto bajo la mórbida mortaja. Puedo sentir sus huesos contra mi pecho. Me aparto de un salto. Su risa retumba por doquier. Quiero correr. Creo que voy a enloquecer…

            Pero entonces, veo en el fondo de la cuenca vacía de sus ojos, una luz de tristeza infinita que duele. Me quedo a su lado.

            Y comprendo…el final de la noche ha llegado y con él, también el de mi vida.


Foto de Bruno Wagner.




domingo, 6 de octubre de 2013

El escultor y su obra, de Isabelle Lebais

Hoy os dejo un micro de sensaciones que hizo ayer Isabelle Lebais al contemplar esta fotografía. Yo solo lo plasmo con un poco de música.





De un bloque de piedra y sin forma, con todo el amor que eres capaz de transmitir con tus manos fuiste puliéndome y dándome forma, con suavidad sin prisas, yo sentía el frío cincel con el que ibas golpeando y veía como lo calentabas primero para que yo no sintiese la fría punta. Dándome formas perfectas que después pulías con tanto amor que en ningún momento fue doloroso. Al contrario, ibas transmitiéndome todos tus sentimientos, primero solo con pensamientos y después hablándome con tu dulce voz.

Yo te oía y no podía contestarte pero estoy segura de que sabias que yo estaba ahí. Era tu obra.
El comienzo, fue titubeante, no estaba muy claro como querías que fuera, pero poco a poco, el ritmo de trabajo aumentó y me fuiste construyendo tan hermosa como en tu sueño. Muchas horas de trabajo hasta que el sueño te vence, entonces es cuando yo tomo vida, velo por tus sueños y te cuido el alma.... Hasta la próxima velada...


Isabelle Lebais

sábado, 5 de octubre de 2013

Me sacio con la sed lujuriosa de tus labios, de Frank Spoiler Sánchez.

Aquí os ofrezco el estreno en este blog de una poesía de un autor contemporáneo y un gran amigo de todos nosotros, Frank Spoiler Sánchez, al cual ya presenté hace nada y que nos va a acompañar también.



Me veo viviendo en un sueño
Y en él me aproximo a ti, siendo tu único dueño,
Me acerco, me apodero de tu boca
Y me sacio con la sed lujuriosa de tus labios.

Mis manos no se están quietas
te acarician con la voraz avaricia de un náufrago,
te subyugan palpando tus eróticos nacimientos,
Penetrando con sus dedos en tu húmeda oquedad secreta.

Siento que un pensamiento me atrapa y agrede
Y no es otra que tu orgasmo gritando desde tus adentros,
Intentando parar lo inevitable…
Mientras yo, que buscaba ser eterno, me desboco.

Te miro y son tus suspiros los que aspiro con ansias,
Tus ojos me encienden, enervan y vuelven loco,
eres mi diosa,  mi hermosa divinidad del amor,
Conmoviendo a este humano enamorado y satisfecho.


viernes, 4 de octubre de 2013

PREMIO LIEBSTER AWARD

PREMIO LIEBSTER AWARD


Hola

Aquí estoy con una entrada muy diferente de la que tenía pensada. Pero esta requiere premura y he de hacerla ya. Me han condecorado con el Premio Liebster award 2013. La copa del premio ha venido de la mano de L.G. Morgan, una de las seguidoras de mi blog y una a las que yo más sigo en su blog LITERATURA CON ESTRÓGENOS.

Y pasemos a explicar en qué consiste este premio virtual.
























Las órdenes consignadas en el paquete que recibí, que como todo envío de importancia se autodestruyó a los 15 segundos, son las siguientes:
       Primero-Busque un lugar privado y a salvo desde el que pueda investigar sin peligro el blog causante de la catástrofe (o el premio, si lo prefiere). Deje allí su huella si lo estima oportuno. La forma es opcional: comentario, seguimiento, un puñado de miguitas, un graffiti artístico...
       Segundo-Cuelgue el citado galardón en su blog... Si se atreve y cree que el verde puede ser su color.
       Tercero-Responda las 11 preguntas. Procurando no acordarse en exceso de los antepasados del que las elaboró y sin mentar de ningún modo a su progenitora.
       Cuarto-Haga un rato de meditación zen. Luego, con la mente abierta y lo más iluminada posible, elija otros 11 blogs a los que colgar la medalla verde y hágales 11 (puñeteras) preguntas que les lleve un buen rato contestar. Pero con cariño. Siempre con mucho cariño jejeje... (copy-paste del ganador del que proviene el premio).


PREGUNTAS Y RESPUESTAS A LAS 11 PP (putas preguntas):

1. ¿Qué inspiró el nombre de tu blog?
Siempre he deseado que alguien me preguntase algo parecido, de verdad. Yo soy un profundo y, casi obseso, enamorado de los libros, digitales, con hojas, sin hojas, cómics, historietas pero libros. Adoro los Libros y quien ama los libros, ama la Magia y la Fantasía que es lo que encuentra cualquiera que abre un libro, incluso aunque trate de matemáticas "puras". Porque ya de por sí hacer un libro de matemáticas es suficiente magia y fantasía como para ver las estrellas. Unido como siempre a la magia y fantasía están las Estrellas, así que ya tenéis la respuesta. Uff!!!

2. ¿Qué te llevó a meterte en la blogosfera?
Respuesta real: Probar qué es este mundo. De todo hay que saber aunque nunca se logre y eso intenté: estar a la altura de las nuevas técnicas.

3. ¿Qué has aprendido como persona gracias a tu blog?
Que soy tan polivalente que no sabía todo lo que abarcarían mis gustos. Creí que serían fotos, relatos y una canción o dos.

4. ¿Te consideras suficientemente visitado/comentado?
Eso jamás. Nunca ningún bloguero/escritor o no se siente suficientemente visitado o comentado pero estoy muy satisfecho de las personas que me visitan y comentan.

5. ¿Qué considerarías como "éxito" de tu blog?
Muy fácil. Tener un negro que me hiciera todo el trabajo sin yo mover un músculo, salvo pensar en la próxima entrada.

6. ¿Crees que tu blog da una imagen realista de ti?
Sí, aunque todavía no completa pero sí. Todo lo que refleja forma parte de mi mundo blogueril particular.

7. ¿Qué crees que puede atraer a los lectores de tu blog?
Sugerentes y eróticas fotos. Pelis cuasi-porno pero no las voy a poner porque no son lo mío.

8. ¿Cuál ha sido el último libro que has leído? ¿Qué te ha parecido?
Aquí equiparo libros digitales, novelas publicadas por capítulos en blog y todos los libros, en el significado que la RAE les da. Resultando que tengo tres leyendo actualmente. 
Uno: 30 días: Cuando el amor duele, de Andrea Valenzuela Araya, todavía estoy leyéndolo y me intriga. 
http://30diascuandoelamorduele.blogspot.com.es/2013/09/dia-2.html?zx=bef01e26b71060ff
Dos: Àngel, de Isabel A. Hernández publicado en wattpad gratis, es muy atrevido, original y rabiosamente fresco
http://www.wattpad.com/story/5657937-%C3%A1ngel
 y Tres: Soy un asesino sin serie, de Frank Spoiler Sánchez, divertido, mordaz, sorprendente y multidisciplinar:
http://www.wattpad.com/story/895149-soy-un-asesino-sin-serie

9. Un libro que odies ¿Por qué?
Odiar, odiar, es muy fuerte y no puedo odiar a ningún libro pero que me haya cansado o hartado y ese es "Las mil peores poesías de la lengua castellana" que ni recuerdo a su autor, que pretende ser gracioso cambiando palabras o frases de poemas de siempre, clásicos y que queda de pena porque ni sonríes.

10. ¿Cuáles son los libros de tu vida?
Pues en esto parezco monotemático, primero: Antología de cuentos de misterio de terror, recogida por Juan José López Ibor, Edit. Labor, descatalogado, por supuesto. Herencia de mi padre. Casi todos los de Stephen King, comenzando por el que me enganchó que fue Insólito esplendor, traducido en una peli horrorosa como El resplandor. Y una saga tan extensa como reconocida y admirada, también heredada esta vez de mi madre, Angélica de Anne y Serge Golon.

11. ¿Qué opinión te merece el blog que te ha concedido el Liebster Award?
Este blog es LITERATURA CON ESTRÓGENOS propiedad de L.G. Morgan y como ya le adelanté me merece el máximo respeto porque es muy artístico, es abierto a distintos temas. No solo literatura y porque rescata de la historia, la existencia de "mujeres" entregadas y nobles con cualidades especiales que si no hubieran sido nominadas y señaladas por Morgan, nunca las hubiera conocido. Me gusta la exactitud de la información que da tanto si estoy de acuerdo como no con sus opiniones.


Y ahora el momento más esperado: la selección de los once blogs ganadores de este premio:

El espejo gótico por ser el más acorde con mis gustos y el mejor blog que he encontrado de terror y horror. Muy completo.

Esta noche te cuento porque a través de él he conocido personas inestimables para mí, pero sobre todo JAMS con una capacidad de trabajo y un buen hacer que da envidia, aparte de ser escritor y bueno.

Los relatos más relamidos porque fue el primer blog que leí y me abrió el mundo de los blogs. Aparte de eso continuo siguiéndolo porque tenía mucha calidad y espero que la recupere pronto otra vez.

Paraiso4.com porque lo lleva Gusa Pira y un montón de gente que la ayudan pero era lógico porque estuvo de administradora y fundadora de Los relatos relamidos y cuando creó otro me uní a ese también con devoción.

El hada Isabelle porque le tengo mucho cariño. Nació al mismo tiempo que el mío y es una de mis incorporaciones, Isabelle Lebais, a mi blog, con un notable éxito. Aparte de eso es divertido.

Vivir... a sorbos, beso a beso... de Frank Spoiler Sánchez mi última incorporación al blog. Porque derrama y destila sentimientos por todos los costados, porque la música es preciosa y porque las imágenes son envidiables, a pesar de que es un blog de poesía.

Côdex Iuvenis de Ángeles Pavía Mañes por su rigor literario y ortotipográfico y por las reseñas que procuro leer siempre antes de leer un libro en cuestión, porque parece que tenemos los mismos gustos.

Detrás de la mirada de Karina Delprato, por la belleza que desprende y su olor a romántico desde el inicio. Aún no está incorporada a mi blog pero será la siguiente.

Acuarela azul de Olga Artigas porque sabe combinar muy bien la magia de la pintura con las letras, tanto poesías como relatos o micros y tiene ideas muy originales que son dignas de tener en cuenta.

Vivencias oníricas de Inma Flores que es bonito, erótico y con estilo. Está empezando y me gusta por dónde va.

Literatura para compartir de un escritor magnífico, Vidal FS que aún no está descubierto pero que cuando lo hagan espero que siga siendo tan grande como es ahora. Para mí es uno de los mejores. Así que no por ocupar el último lugar es el último en mi gusto, que conste.


Estos son mis premiados y ahora las preguntas, las PP que tenéis que responder.


1. ¿Qué inspiró el nombre de tu blog?


domingo, 29 de septiembre de 2013

FRANK SPOILER SÁNCHEZ

http://frankspoiler-alma-sin-destino.blogspot.com.es/2013/09/me-sacio-con-la-sed-lujuriosa-de-tus.html?spref=fb

FRANK SPOILER SÁNCHEZ



Llegó la hora de incrementar la plantilla y la temática de este blog porque creo que hay casi de todo, pero ¿qué falta? ... A ver, decidme....

Pues falta alguna que otra poesía y por eso recurrimos a Francisco Javier Sánchez Mira (Frank Spoiler Sánchez). Este profesional que lleva años dándole al teclado contando por todas partes los sentimientos del corazón, propios y ajenos, jajajajaja... No todo lo que cuenta le sucede o le ha sucedido a él (aunque el 90% sí). Pero sus sentimientos se escriban de unos o de otros siempre son los mismos y por ello nos sentimos identificados plenamente al leerlos.

Su blog es el que he dejado al inicio de esta entrada, pero además de esto, tiene libros escritos y publicados. Que yo sepa, hasta el momento, PUNTAS DE LANZA AL CORAZÓN: poemas directos al alma, SUCEDE A DIARIO: MICROS DE TERROR URBANO, EL CELADOR DE TUS POEMAS y POESÍA DESDE LAS ENTRAÑAS. Pero está a punto de salir la que más me gusta a mí -no lo puedo evitar- UN ASESINO SIN SERIE. Tiene otras publicaciones en las que participa con sus cuentos como la de CUENTOS DE CHOCOLATE, que va destinada a conseguir ingresos para Cáritas. Yo también participo pero el libro que, además, está decorado con pinturas e ilustraciones de Olga Artigas, una pintora profesional y una gran amiga. También participa Isabelle Lebais, a quien todos conocéis en este blog, Mercy Flores también y otros como Alex Calderón, Inma Flores, Rachel Borreguero Díaz, Paloma Hidalgo D, Tere Ardiz, Manuela Herrero Palomar, Daniel de Cordova, Felix Jaime Cortés, Janeth Camino, Isabel A. Hernandez, Carmen Villamarín, Olga Artigas, Julio García Castillo, Enrique Ríos Ferrer, Vivian Stusser, Karina Delprato, David Berzal... y yo mismo.

Os dejo aquí sus enlaces por si os interesa comprarlos o leerlos. Yo los tengo todos.