Este relato se publicó por primera vez en el concurso mensual del blog de Esta noche te cuento:
Desde tiempos inmemoriales los caballeros cruzaban sus armas
en la arena de los duelos. Batallaban sin descanso por el amor de sus damas y
portaban como estandarte una cinta oculta colgada en el pecho, dentro de su
armadura. Tras sus yelmos se escondían, pues no querían ser reconocidos, unos
por la vergüenza de ser derrotados frente a su rival, otros a fin de no asustar
a sus enemigos y la mayoría porque el secreto contribuía a la pasión por las
justas. Una de las mayores atracciones precisamente era la MASCARADA, en la que
quienes creían saber qué se ocultaba detrás de yelmos o avatares lo señalaban.
Su leyenda
era proverbial. De todos los países llegaban a lomos de sus cabalgaduras y sus
vasallos. En la primera batida se dejaba libre el campo para los mejores. Ronda
tras ronda, las embestidas eran cada vez más pavorosas y en cada una, la mitad
de los justeros besaba la arena. Hasta que al final, el invicto se llevaba
todos los laureles, momento en el cual se quitaban las máscaras y se descubría
al mejor microrrelatista de todas las microjustas. Ya que en vez de lanzas se
cruzaban micros de cincuenta palabras. Actualmente, existen.
Pues qué quiere que te diga, Chaval? Bueno, mejor me callo. (pa no decir nada inteligente mejor con la boca callá). Eso sí, la presentación te quedó niquelá (como siempre). Un fuerte abrazo y feliz semana guapetón!!
ResponderEliminarjajajajajaja... Muy agradecido.
EliminarAgradecidísimo, majo. Un abrazo y que no te duela nada.
EliminarComo le comenté a Arturo en "Esta noche te cuento", me gustó mucho la comparación, y el relato es muy original; y vos Ricardo, te encargas muy bien de hacerlo más llamativo con la música adecuada y las imágenes. Buena semana!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Kary. Eres una persona muy agradable aparte de buena amiga.
EliminarMuchísimas gracias, Karina. Siempre es un placer ver tus palabras en cualquier sitio. Me alegro que te gustara y que pases una buena semana tú también.
EliminarMe ha encantado y que suerte haber conocido caballeros como tu y Ricardo.
ResponderEliminarEste micro es perfecto para describir mi sorpresa al descubrir tantas batallas y gallardos caballeros, dentro de cada historia que he leído.
Perdonad mi ausencia y disculpad que no conteste agradecidamente a todo lo que me enviáis que es precioso y me llena de dicha, pero es que estoy muy liada últimamente.
Arturo tal y como vaticine tus escritos son estupendos y Ricardo gracias por tus atenciones en mi muro. Prometo volver pronto.
Os quiero mucho a ambos. Muakssssss
Gracias por pasarte por aquí, dama nuestra y dejarnos unas letritas. Debías apuntarte al que viene en Esta noche te cuento, que va de princesas. En este mes yo aún no me he presentado. Me parece que los hay muy buenos y estoy desinspirado. Un poco mustio.
EliminarPor supuesto, quedas disculpada de todo y me gusta que veas los regalos.
Te quiero mucho. Sé que volverás.
Sin ti no existirían caballeros como nosotros, porque ¿dónde estarían las doncellas en apuros para rescatar? Ricardo tiene la suya y todas las que estén en apuros pero yo como soy más tímido te tengo a ti y sin ti no soy caballero.
EliminarDeja de disculparte. Me halaga que hayas pasado por aquí. Yo también te quiero.
Y tú, Ricardo deja de hacer el tonto. Patada vas a recibir si no y ponte a escribir que estás de un primaveral insoportable.
¡Sacúdete el muermo y la ensoñación!
Me ha gustado mucho la forma de urdir ese símil. Compartido queda.
ResponderEliminarMuchas gracias, Txaro Cárdenas. Arturo entrará luego.
EliminarTxaro Cárdenas, Todo un placer que te hayas pasado y dejaras unas palabras. Eso siempre inspira mucho al escritor. Me alegro que te guste. No es de los mejores. Pero estoy contento con que esto se hubiera llevado a cabo tiempos ha.
EliminarGracias por la compartición.